miércoles, 27 de octubre de 2010

Perseverancia



Continúa la invocación por tanto tiempo como desees o puedas. El cansancio interrumpirá naturalmente la oración. Entonces no insistas.
Pero retómala en cualquier momento o lugar que estés si vuelves a sentirte inclinado a ello. A su debido tiempo descubrirás que el Nombre de Jesús acude espontáneamente a tus labios, de una manera tranquila y escondida.
Aún tu sueño estará impregnado con el Nombre y el recuerdo de Jesús…

La Oración de Jesús.Autor anónimo

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