sábado, 16 de enero de 2010

Paladio


"Estando al acecho de una visita de siete santos obispos, sea por providencia divina, sea por tentación de aquel, poco faltó para que se apartara de su propósito ( no alejarse de la celda). En efecto, al salir los obispos, después de la oración acostumbrada, Natanael no les acompañó para no ir más allá del dintel. Los diáconos se dieron cuenta y le dijeron: "Eso es orgullo". Pero él les contestó: "Yo he muerto para mis superiores como para todo el mundo. Tengo un propósito secreto; Dios lo sabe y conoce de sobra mi corazón. Por eso no salgo a acompañarles".

Historia Lausíaca, XVI

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