En la oración la alabanza debe ir unida a la petición. Dios quiere ser alabado, pero también quiere que le recordemos nuestra debilidad y le expongamos nuestras necesidades.
La oración sirve para reconocer lo que nos ha sido dado (es decir todo)y pedirle de nuevo aquello que necesitamos...
Un llamamiento a Su bondad.
Augustine Guillerand
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