jueves, 25 de febrero de 2010

Nuevamente el "eremitismo interior"



La vocación al "eremitismo interior" comporta el descubrimiento de la FAZ de soledad (de la dimensión profunda) que es propia de todo hombre...
La conciencia y emergencia de esta condición, en el caso de saberse llamado a vivirla especialmente, es propia de cualquier estado o situación...
Porque la soledad profunda se redescubre cada vez más, a lo largo de la vida, y es signo de una madurez espiritual que se desarrolla en toda peregrinación sincera.
Y no se crea que por manosear en exceso aspectos y estilos colectivistas, como ocurre hoy con frecuencia, se pierda esta perspectiva y esta "apertura" al corazón. Al contrario, pretender ocultar o disimular una verdad tan honda implicará, en todo caso, una búsqueda aún más convencida y pertinaz de la realidad escondida, del secreto que sólo el Padre conoce.
Anímate a seguir el camino celado, con sencillez y prontitud...

Alberto E. Justo

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