Cuatro horas le ha llevado a Daniel desbrozar el terreno. Lo ha dejado limpio y listo para plantar habas y otras gramíneas. Le preparé un parco almuerzo y lo acompañé a Elche. Se ha ofrecido a renovar los ladrillos de la barbacoa que están muy deteriorados, pero no hay prisa... el mes próximo.¡Cuánto aprendí de él,de su dedicación,trabajo y respeto hacia mí. Besó mi mano al bajar del coche y yo sinceramente me pregunto ¿merezco tanto? Dios le bendiga.
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