
Aseguras buscar a Dios, y, cuando crees haberle encontrado, eres incapaz de hacerle sitio en tu corazón.
No jueges al escondite con Él, ahora sí, ahora no...
Entrégate confiadamente y espera.
Si has abrazado el honor y el decoro del desierto, quédate en el silencio profundo y despréndete de lo que no cuenta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario