Hace unos días encontré un anuncio en la red que me produjo tristeza.
Se trataba de la venta de un antiguo monasterio, o lo que queda de
él,en un pueblecito gallego.Sé que no es, ni mucho menos, el único
caso: ventas y reconversiones en hoteles y casas rurales, etc... se
ven frecuéntemente, pero, por si fuera poco, descubro una noticia que
se refiere al cierre para su posterior venta, de varios monasterios
en Inglaterra. No hay vocaciones y no se pueden mantener esos grandes
edificios.
¿Caminamos hacia el fin de la vida monástica? Al menos de una vida
monástica tal como la hemos conocido hasta ahora.La solución creo que
no pasa por la "reagrupación" ni mucho menos por la "importación"
(dicho con todo respeto para las comunidades y las personas)¿Qué
hacer entonces? siempre habrán personas que oirán la llamada de Dios
a una mayor intimidad con Él, por lo que los cambios tendrán que
realizarse en las estructuras.
Recuerdo un relato ¿de ciencia-ficción? que me impresionó en mi
adolescencia: trataba de un monje, el último, que se presentaba en
oración ante el Creador.Mientras en el exterior del monasterio tenía
lugar el comienzo del Final...